La praxis apolítica,
entendida como un disenso o ruptura del pensamiento político clásico es
una actitud que se adopta, de forma individual y unilateral, como una
resolución derivada de abstracciones sobre la política o tras un proceso de
crisis que se resuelve en un estadio que desembocaría en criterios de
incredulidad y en una percepción final des-valorizada de la política en
general.
Apoliticismo es la incredulidad del poder político. La mayor parte de la masa creer que la política puede ser la salvación de los
problemas. Ser apolítico no quieres decir ignorante con relación a los temas de la política, quieres decir no hacer parte, no ser connivente con la mentira, con el poder que los políticos ejercen sobre la sociedad, hipnotizando a todos con falsas promesas de un país mejor.
No estoy contra la política,
apenas elegido omitir no hacer parte del cuento de hadas ¿resolver el problema de
cada familia que esta en crises hace años? El remedio cuando se goza de buena
salud es mover el cuerpo y usar el cerebro para soluciones prácticas que te salve de la miseria, porque si estas muy crédulo de la solución por parte de la política, es seguir igual.
Según la política somos una
sociedad libre compuesta por personas libres. Soy libre para ir en el camino del apoliticismo, ateísmo político.
Ser apolítico es para una minoría
que se juzga escéptico con este tema.